domingo, 11 de abril de 2010

¿Cómo dejar de preocuparse?


Quizás no haya una solución infalible ante esta pregunta pero, podemos aproximarnos a ella con la lectura de Es fácil dejar de preocuparse. Allen Carr nos propone en este manual seguir dos instrucciones y dieciséis reglas de oro para superar toda preocupación.
Antes de comenzar, debemos identificar tal preocupación y diferenciarla del miedo, un estado que nada tiene que ver con el que el que me refiero en este post.
Para saber si nuestro estado de ánimo se basa en una preocupación o en un miedo, te propongo realizar el siguiente test y descubrir la respuesta:
1. Después de meses de espera, mañana tienes un reconocimiento médico...
A) Como no te duele nada, decides cancelar la cita.
B) Piensas en el tiempo que te va a llevar la cita.
C) No paras de darle vueltas a la idea de que te encuentren algo malo.

2. Estás viendo una película de miedo a oscuras en casa...
A) Un escalofrío te recorre el cuerpo. Decides cambiar de canal para ver otro programa que te evada.
B) No puedes evitar inquietarte y preguntarte qué harías si estuvieras en el lugar del protagonista.
C) Enciendes las luces y examinas cada sombra.

3. Tras un tiempo mirando pisos, por fin, das con uno que responde a lo que buscabas.
A) Aun así, empiezas a sacarle pegas.
B) Piensas que debes llamar al banco, al pintor, a un servicio de mudanzas...
C) Te pasas el día echando cuentas y consultándole a todo el mundo si tu elección es acertada.

RESPUESTAS:

Mayoría de A. Te puede el miedo. Eres bastante asustadizo/a y esta actitud temerosa te impide avanzar en la vida. Empiezas las cosas, pero luego no te atreves a zanjarlas. Con esto, te pierdes la posibilidad de lograr lo que quieres. Da igual que te equivoques, luchar por las cosas enriquece.

Mayoría de B. Todo te estresa. Como sigas así, llegará el momento en el que la ansiedad te impedirá pegar ojo. Los nervios pueden mermar tu salud mental y física. Deberías tomarte las cosas con más calma y buscar una técnica de relajación que te haga más llevadera la tensión de cada día.

Mayoría de C. Te preocupas en exceso. Está bien tomarse las cosas en serio, pero imaginar problemas antes de que ocurran o pensar en cada nueva circunstancia como un obstáculo no te hace ningún bien. Tómate la vida con más calma, intenta no obsesionarte con las cosas y disfrutarás más.
(http://www.novarevista.com/psicoego/aleja_Los_Fantasmas_4.html)

Dejando de lado los miedos, identificaremos la preocupación. De este modo, piensa en un problema específico. Si puedes catalogarlo en una o más de las siguientes cinco premisas estás ante una causa habitual de preocupación:

- Depender de alguien para algo que consideras vital para tu felicidad.
- Sentirte mal física o mentalmente.
- Preocuparte extremadamente por tu salud o la de tus seres queridos.
- Sufrir por algo que ha salido mal y llorar a toro pasado.
- Duda e indecisión.
Para superar la preocupación te recomiendo que apliques las dos instrucciones claves de Allen Carr:

1.- Abre tu mente.
2.- Empieza con un estado mental positivo.
¿Cómo aplicar estas instrucciones? Con un pregunta sencilla: ¿Cuántas veces en la vida has estado en una situación en la que tienes tanto que ganar y nada que perder? Si ésta es tu situación, ¿a qué esperas para aplicar las dos instrucciones claves?
Para seguir con éste “autotratamiento” sería recomendable que continuaras con las 16 reglas de oro de Allen Carr. Por motivos de propiedad intelectual no puedo revelártelas pero podrás leerlas e interpretarlas con su método Easyway y su manual Es fácil dejar de preocuparse.
Si prefieres seguir preocupándote es tu decisión pero, no te encierres en ti mismo. “Las preocupaciones son menos cuando estás con tus amigos”:



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Bibliografía: Es fácil dejar de preocuparse. Carr, A.

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